4.30.2012

Príncipe por correspondencia

Estás distraída escribiendo, con tu música favorita de fondo, cuando te llega un correo. Alguien ha escrito un comentario en tu Blog. Emocionada (apenas tienes comentarios en absoluto), corres a abrirlo y lo lees. En otros comentarios, la gente deja "pistas" para que sepas quiénes son, pero esta vez no tienes ni idea. Por el uso del adjetivo en masculino sabes que es un chico, pero hasta ahí llegan tus deducciones. Tampoco es que sea un comentario "excepcional"; simplemente dice que le gusta lo que has escrito y que se identifica con ello, pero inexplicablemente, te hace sonreír.
Contestas, agradeciéndole el cumplido y preguntándole por su propia experiencia. Mientras esperas su respuesta, todo dentro de ti se ha convertido en un volcán; el misterio del remitente surge en tu cabeza. Le preguntas si te conoce, pero evade tu pregunta con otra.
Empezáis a hablar y descubres en el misterioso remitente una gran persona; alguien inteligente, sensible, maduro... Y te sorprendes a ti misma comprobando los comentarios cada vez que puedes. Ha surgido dentro de ti el misterio esperanzador de alguien a quien abrirle tu corazón. Ha surgido el misterio del que te hablaban tus abuelos, el de conocer a alguien "por correspondencia".
-¡A comer!
Sacudes la cabeza y vuelves a la realidad; el cursor parpadea en blanco esperando a que escribas algo. Te ríes de ti misma y apagas el ordenador.
Ha sido un bonito sueño, el del príncipe por correspondencia.
Mientras echas mano de tu plato de espaguetis, te llega un correo.


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