"Esto no es vida", dices. Pero tampoco es muerte.
Horas sentadas a la mesa, frente a la ventana, sin poder salir o hacer lo que realmente quieres. Horas perdidas, horas vacías sin motivación alguna; y a contrarreloj. Estudias para llegar a conseguir un trabajo digno, trabajas para ganar un buen sueldo, dar de comer a tus hijos... Y mueres. Es estúpido. Toda la vida trabajando, siempre pensando en el maldito futuro sin poder disfrutar del presente; porque si te descuidas... Quedas eliminado.
"Ahora tienes que estudiar, ya tendrás tiempo para ti más adelante". Mentira. Es una sucia mentira y ni siquiera tienes otra opción más que confiar en ella. Semanas sin salir, sin poder tener unas horas para ti, ni para él, ni para nadie. Tu pluma lleva tanto tiempo sin usar que se ha quedado sin tinta. No tienes tiempo ni para llorar, así que lloras en sueños.
Y lo peor de todo es que esto no es.vida pero tampoco es muerte. Es odioso, injusto. No es nada. Es perder el único tiempo que tenemos como única opción para no perdernos en él. Respirar sin vivir. Morir respirando. Un limbo de angustia y desesperación, y sentirte en la cuerda floja sobre el acantilado, y que por muchos pasos que das sigues igual de lejos de la meta. Ni siquiera puedes permitirte pensar en ello. Tu obligación es no pensar en ti para poder pensar en ti. Ni siquiera tiene sentido.
Esto no es vida ni es muerte; pero, desde luego, te gustaría estarlo.
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