8.22.2012

Fotos Antiguas (VIII)

[Romeo]
Siempre pensé que alquilar un piso cerca del Retiro sería una de las mejores inversiones de mi vida, y ahora lo agradezco, porque caminamos cogidos de la mano hasta mi casa. Me paro ante el portal y la beso la frente.
-¿Quieres subir?
Clava la vista en el portal, como si así pudiera descubrir algún detalle que se la hubiera pasado por alto; se queda dubitativa varios segundos (ese es el tiempo que deduzco que pasa, porque a mi me parecen años), y por fin sonríe tímidamente y asiente con la cabeza. Intento disimular lo mucho que me tiemblan las manos y abro la puerta.

Puede que esta sea la noche más especial de mi vida.

[Julieta]
Me tiemblan las manos y trato de ocultarlo, metiéndolas bien al fondo en los bolsillos y apretando los puños; no sé por qué siento este extraño hormigueo en el estómago, pero me está haciendo acordarme hasta del cocinero de la hamburguesa de antes.

Por mucho que haya cambiado su apariencia física, su casa es exactamente como me la habría imaginado hace años; no sé muy bien cómo describirla, simplemente puedo decir que la reconocería en cualquier lado como suya. Estoy nerviosa. Todo a mi alrededor huele a él y eso me provoca sensaciones que hacía muchos años que no sentía.

No obstante, también trae a la luz muchos recuerdos.

[Romeo]
Estoy nervioso. He sacado unas cervezas y la he ofrecido ver un poco la tele, más que nada porque no se me ocurre una idea mejor, y, por mucho que me apetece, no me voy a tirar encima suyo, porque, demasiado tarde, me di cuenta de que no la gustaba. De tal manera, estamos sentados en el sofá, abrazados el uno al otro (tal y como ella me confesó que era su sueño), mirando a la pantalla. Sin embargo, me da la sensación de que ninguno de los dos está realmente atendiendo a lo que dice la caja tonta.

¿Es por la pérdida de costumbre o hay otro motivo para que me sienta realmente tenso?

[Julieta]
No estoy segura si es por todo el tiempo que ha pasado o hay algo más, pero estoy muy tensa; su contacto es exactamente igual que era cuando yo todavía llevaba aparatos, pero hay algo que me provoca un escalofrío desagradable. No tengo ni idea de lo que están dando en la tele, y cuanto más tiempo pasa, más nerviosa me pongo.

Decido romper la tensión sugiriendo ir a su habitación. Noto que se pone colorado (y muy nervioso), pero intenta parecer un hombre y me conduce hasta allí. Según entro se me congela la sangre en las venas.

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