5.12.2012

Compro ayuda

Cortas un trozo de celo y pegas el cartel a la farola. Sigues hasta la siguiente y repites la misma acción. Así calle tras calle. La gente que lee el cartel te mira como si estuvieses loca.

<<Compro ayuda>>
 Y es que ya no sabes qué hacer para que alguien te ampare. Cuando parece que alguien te va a ofrecer la mano para ayudarte, tú haces o dices algo que hace que reculen y se marchen por donde han venido. No tienes a nadie que te ayude, nadie que, cuando tú digas "Estoy bien", te abrace y mientras responde "Yo sé que no es verdad". Te has quedado sola, y por mucho que te pese, sabes que no puedes seguir adelante sin ayuda. 


Así que tu último recurso es pagar a alguien que te ayude. No pones condiciones, ni tasas; sólo quieres ayuda, apoyo, alguien con quien contar. Les pagarás lo que sea. Cualquier cosa que te pidan, se la darás. Porque no puedes más, y sabes que el dolor se ha convertido en un peso que te impide avanzar, dejándolo todo atrás: los estudios, el piano, la escritura, las ganas de trabajar... Aunque no te importaría quedarte sentada, llorando, hasta que se te acabe el tiempo, sabes que el mundo no te lo va a permitir. Mientras tú te paras, ellos siguen, obligándote a continuar por mucho que te duela.

Así que ahora, compras ayuda. Si el cartel dijese <<Necesito ayuda>>, nadie haría caso, porque lamentablemente ya nada se da gratuitamente. De tal manera, el cartel pone:

<<Compro Ayuda>>.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dedicar tu tiempo en dejarme un mensaje, querido transeúnte.
Atte:
-C.