5.17.2012

Revolución

Vuelve a ser un día de esos en los que acabas dando vueltas en círculos para controlar toda la ira que bulle en tu interior. Nada te sale bien, el mundo se ríe de ti, te hace tropezar, te humilla, te aplasta... Y todo es injusto. 

Coges lo primero que ves en la mesilla y lo estampas contra la pared; sin detenerte un segundo agarras otro objeto y repites la acción, así hasta que ves cómo todo se desintegra, rompiéndose en mil y un pedazos que no podrán volver a unirse. Lo destruyes todo, tanto materiales pequeños y manejables como grandes y pesados; rasgas toda tu ropa en tiras, agujereas la pared con las tijeras, destrozas una silla contra la esquina... Ignoras toda la sangre que fluye por tus manos, el dolor no existe en comparación con la rabia que estás soltando. 

Cuando ya no queda nada en pie salvo las paredes, corres a buscar un martillo para acabar con ellas. Al principio lo coges como si fuera un bate, pero a medida que los agujeros van creciendo y los tabiques amenazan con derrumbarse, te olvidas del agarre y simplemente descargas toda tu energía en hacerlos caer. Sabes que si se derrumban quedarás sepultada bajo las vigas de lo que hasta ahora ha sido tu mundo; todo el peso de los pilares que teóricamente te cobijaban caerá sobre ti, castigándote por tu atrevimiento. 

Pero te da igual. Te has dado cuenta de que el mundo se ríe de ti porque cree que eres débil, de que te hace tropezar porque sabe que no reaccionarás, que te humilla y te aplasta porque no te cree capaz de desafiarlo. Ese mundo está muy equivocado. 

Con las manos y la cara ensangrentadas, y las extremidades llenas de arañazos, luchando por reunir toda la fuerza que aún te queda, agarras bien el martillo y das un último golpe, uno certero. Ves cómo la viga se parte por el impacto y todo lo que sujetaba se derrumba encima de ti. 

Lo último que sientes es el placer amargo de haber iniciado una revolución.


1 comentario:

  1. ¿Dónde quedan esas entradas preciosas que tanto me alegraba leer? Parece que últimamente sólo sabes estar triste :(

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-C.