Pronóstico de Estabilidad

Por mucho que lo intentas, te es imposible. No consigues sacarle de tu cabeza, y el hecho de que no haga más que establecer contacto contigo no ayuda. De todas formas deduces que sería más o menos igual aunque no lo hiciera.

Quieres saber qué está pensando, qué está haciendo, sólo por curiosidad; quieres saber si se arrepiente, si se siente mal, si está tranquilo con su conciencia, si cree que hizo lo correcto. Quieres saber qué ha sido de aquel chico que te enamoró y te hizo creer que merecía la pena, del que te prometió que nunca te abandonaría ni te haría daño. Necesitas saber qué pasó con ese chico, porque tú confiabas en él.

Y ahora te encuentras sola en una habitación, luchando contigo misma contra la tentación que te invade sabiendo que puedes saberlo todo. Intentas ser fuerte, porque sabes que sólo te va a hacer más daño, y la parte sensata gana este asalto. No obstante, la parte herida no se retira, y el dolor no desaparece. Te preguntas cuándo acabará todo esto, cuándo llegará el día en el que no sientas la necesidad de luchar con el "tú" herido y puedas convivir con él en paz. Te preguntas cuándo te quitarán esa pulsera que llevas alrededor de la muñeca que dice "Mentalmente Desorientada" y te la cambiarán por la de "Mentalmente Sana".

Te preguntas cuándo llegará tu pronóstico de Estabilidad.