5.19.2012

Carta a un príncipe

Querido futuro príncipe,

Te escribo para prevenirte acerca del peligro que corres; tengo entendido que tienes pensado enamorarte de mí en un futuro, cuando me conozcas, cuando me encuentres o cuando cupido te ataque a traición, y eso, te advierto, es altamente peligroso. Permíteme explicarme:

No soy una persona normal; sé que éso lo dicen todas, pero en mi caso no me refiero a ser especial, no, sino a ser anormal. Habrá días que me enfade contigo y no sepas por qué, que te grite cosas que nadie debería oír de la boca de alguien que quiere, días en los que me ponga a llorar sin ningún motivo; no puedo decirte qué días, pero te aseguro que habrá muchos. Habrá momentos en los que querrás largarte y no volver nunca más, momentos en los que me odiarás, en los que lamentarás todas y cada una de las palabras que me has dicho. Puede, incluso, que no seas capaz de aguantar hasta el final. 

Por otro lado, también habrá momentos "normales"; te pediré abrazos, mimos, caricias, te pediré que me hagas reír o que me sorprendas. Me haré la tonta cuando quieras jugar a algo y fingiré no haber descubierto tu sorpresa; te prometo que también te haré reír, lo intentaré con todas mis fuerzas. Haremos viajes, excursiones, conciertos, fiestas; te prometo que lo haremos todo, si tú quieres. Otros días nos quedaremos en casa, abrazados hasta el mediodía, y no nos moveremos más que para susurrar palabras bonitas. 

En resumen, hay dos cosas que debes saber de antemano; la primera, es que no va a ser fácil, porque mi corazón está amurallado. La segunda, y la que más miedo me da, es que si consigues atravesar esa muralla, te amaré durante toda mi vida, incondicionalmente. Por eso, mi querido príncipe, te pido que no te rindas, y que me cuides mucho; de ti dependerá nuestra felicidad eterna.

Atentamente,

Una Soñadora que advierte.


2 comentarios:

  1. Hay algo que definitivamente no has entendido. Yo no pretendo atravesar la muralla del corazón de nadie. Sencillamente voy a esperar ante la puerta, pacientemente, hasta que tú decidas dejarme entrar. Que sepas que mi corazón ahora te pertenece, acéptalo cuando quieras. Desde tu poderosa fortaleza puedes dejarlo morir de frío a la intemperie, puedes rociarlo de brea hirviendo o puedes pisotearlo. Pero que sepas que estás dentro de él.

    Atentamente,
    Un Sueño advertido.

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  2. Querida princesa:
    Ahora que ese futuro del que hablas ya es presente, hay algunos detalles que me gustaría que conocieras mejor.
    Cupido no me h atacado a traición, me ha hecho el mayor regalo de toda mi vida. Sé que no eres la persona equivocada. Lo que tú llamas anomalías no es algo que me vaya a hacer abandonarte, sino algo que yo lucharé por entender y comprender. Cuando tú sufres, yo sufro contigo. No tengo la menor intención de huir de ti, sino quedarme para ayudarte y cuidar de ti. Por siempre.

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Gracias por dedicar tu tiempo en dejarme un mensaje, querido transeúnte.
Atte:
-C.