6.04.2012

Haber sabido cómo

El doctor sale por la puerta y me indica que pase; me ofrece asiento y con voz pausada dice que sólo es una pequeña charla, nada más, sólo una charla. Sonríe educadamente, y le devuelvo una mirada igual. Hay una especie de ventana con forma de rombo a la derecha, y mientras él se mueve hacia la izquierda, yo me quedo quieto. La pierna me empieza a temblar, con la adrenalina del miedo y la culpa, y me pregunto qué demonios hago aquí.

¿Dónde exactamente me equivoqué? He perdido a una amiga, el amor de mi vida, en algún punto de la amargura y el odio; me habría quedado con ella toda la noche, acunándola, hablándola o lo que hubiera hecho falta para que siguiera aquí; si únicamente hubiera sabido cómo salvar una vida.

Me hace preguntas sin cesar, dejando claro que sabe la verdad, porque en el fondo, la sabe; intenta atravesar mi barrera, que ni siquiera demuestra inocencia. No sé qué es en realidad lo que estoy demostrando. ¿Que sé que la culpa es mía? ¿Que aún no lo he entendido nada? Me pasa una lista de lo que está bien y lo que está mal, que ya me ha dado muchas veces antes, pero no me molesto ni en mirarla; casi puedo ver cómo reza para que le haga caso, pero yo no estoy allí. Estoy con ella. Dondequiera que eso sea.

Comienzo a levantar la voz, me estoy poniendo nervioso, y las lágrimas empiezan a resbalarme por la cara, bajando al cuello; él baja su tono una octava y me indica que me va a dar una última oportunidad; quiere saber qué ha pasado, y tengo dos opciones. Puedo admitirlo todo, sin siquiera escuchar las preguntas, sólo asentir en silencio; porque sé que la culpa es mía, no importa lo que digan los demás. O puedo decir que yo soy diferente, que no sé que ha pasado, que no sé que demonios hago aquí.

En serio, ¿qué hago aquí? No tengo claro si el doctor me está echando la culpa o quitándome su peso, pero nada de lo que diga me va a cambiar, porque sé la verdad, y es todo por mi culpa. Si yo hubiera estado allí, si no hubiera estado cegado por su mera imagen y la hubiera escuchado, nada de esto habría pasado. Pero no estaba allí, y ahora se ha ido. Debería haber sabido cómo salvar una vida. Su vida.


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