6.06.2012

Incompletos

Vuelves a casa, te desvistes, meriendas corriendo y te pones a tocar el piano. Te enfadas y frustras cada vez que algo te sale mal o no evolucionas, pero no tienes tiempo que perder; mañana tienes un examen, así que nada más terminar y hacer una pausa para beber agua, te pones con los libros. Al terminar te concedes un descanso más largo, y te metes en la ducha para relajarte. Al salir, enciendes el ordenador y te pones a escribir. Cuando da medianoche tu madre te manda a la cama; mañana no vas a poder levantarte, menudo día que has llevado, sin un segundo libre. Y sin embargo, sabes que esto lo es todo para ti.

Te quejas de las excesivas horas que tienes que dedicar a la música, te regañas a ti misma por pasar tanto tiempo escribiendo y menos descansando, te horrorizas cada vez que recuerdas la cantidad de exámenes que tienes esta semana... Sabes que todo es palabrería. No darías ni un sólo minuto de descanso por un concierto de piano, nunca antepondrías una sesión de cine a una de escritura, y antes que ver la tele, prefieres ponerte a leer. Piensas en cómo sería tu vida si no hicieras ninguna de esas cosas, y te asombras al ver cuánto tiempo libre tendrías. ¿Cómo ocuparías las horas? Es casi escalofriante, todo el tiempo que tendrías que mantenerte entretenida. Ahora entiendes cuando muchos dicen lo de <<me aburro>>.

Sin tu instrumento, sin tus libros, sin tu escritura, sin ninguna de las artes a las que las mejores personas que conoces dedican su tiempo, no hay nada. Absoluta y totalmente nada. <<Normal que se aburran>>, piensas, <<tienen demasiado tiempo libre y nada que hacer>>. Eso son demasiadas horas para pensar y volverse loco; o volver loco a las personas de tu alrededor. Qué necios, dices, no saben lo que se pierden.

Así que, mientras coges un libro de la mesilla de noche con tu obra de Beethoven favorita sonando de fondo, piensas en la pena que te dan todas esas personas, que no tienen nada en la vida. Están incompletos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dedicar tu tiempo en dejarme un mensaje, querido transeúnte.
Atte:
-C.